Soneto

Tengo que escribir un soneto, a mi pesar. No porque yo lo quiera, y desde luego no porque ningún insensato quiera leerlo. Es el propio soneto el que golpea con sus nudillos, para que lo deje salir. Lo sé, es completamente absurdo. Tan absurdo como decir en un momento dado que voy a dar a luz. Sé que podría esforzarme, podría utilizar mil trucos y mil ripios, podría plagiar a cualquier Shakespeare o Quevedo, incluso a mi esforzado útero (si tuviera uno). Seguro que no sería difícil. Al fin y al cabo, sólo son catorce versos, dos cuartetos y dos tercetos, tardaría una media hora, y total, nadie se daría cuenta. Y sin embargo, comprendan el pavor que me produce. Esos endecasílabos tan bien medidos, esa simetría, esa rima consonante, ese ORDEN TAN PRECISO me hace desconfiar. ¿Por qué escribirlo?
Lo escribiré, lo prometo. Porque todo es caótico. Porque sé que lo que define a un caos es en realidad la imprevisibilidad de un orden entre tic-tacs y paréntesis mecánicos y diáfanos, provocando la discontinuidad absoluta dentro del desorden. El loco más loco es el que sufre raptos de cordura.

la duda

mis ojos no lloran
ni hacen el ridículo de lloviznar

más bien babean
eyaculan sus órbitas
dudan
entre devorarte o tatuarte
con el iris o en la retina

al igual que mi reflejo
ese yo enunciador
que también duda
entre dilatarse o contraerse
esconderse o volcarse
huir por la boca
o pintarse las pestañas

Ripios

Hoy le he explicado a mi hermano lo que es un ripio. Mi hermano es un adolescente fanático de ciertos grupos de rap, así que no me costó trabajo buscar un ejemplo entre la música que él escucha. Gracias a él (o debería decir por su culpa) conozco a grupos que creo que de otra manera no conocería. Me son familiares los nombres de Violadores del Verso, SFDK, Falsa Alarma, Tote King, o Juan Solo. Incluso sabría recitar alguna de sus letras. Hasta he tenido que asistir a un concierto de los Violadores del Verso para saciar la sed rapera de mi hermano (menos mal que antes actuaba Josele Santiago). No es sólo que el concepto de ripio les vaya como anillo al dedo, es que además el contenido de esas letras es realmente plomizo. "Competición", le llaman, lo que consiste en decir sin parar lo buenos que son, pero eso sí, sin demostrarlo en absoluto. Si a eso le añadimos que el fondo musical es el mismo para todas las canciones, el resultado es que resisto exactamente seis minutos y cincuenta segundos escuchando. Últimamente mi hermano empieza a escuchar rap hecho en EEUU, pero la cosa no mejora mucho. Eminem, 50Cent, Snoop Dogg ponen la monótona banda sonora del dormitorio de mi hermano. Vale, lo admito, de vez en cuando surge una excepción, Eminem puede dar en el blanco (sus discos son insufribles, pero siempre tienen "La Canción") y dentro de los MCs españoles hay honrosas excepciones como las de Frank T y Arianna Puello. En fin, todo lo demás me produce bastante cansancio.
De pronto, surge mi padre, que me dice:
-Pues a su edad a ti también te gustaba el rap.

Vaya. Si rebusco en mis vinilos encuentro lo siguiente:

Si escucho alguna canción de esos discos, tanto de Mc Hammer, como de Twenty 4 Seven o de Betty Boo, todavía me parecen relativamente aceptables. No sé si es el punto nostálgico, pero desde luego me parece bastante mejor que lo que mi hermano escucha. Me hago mayor. Recuerdo todos estos discos como si fuera ayer, pero la verdad parece que esto hubiera ocurrido en el pleistoceno. Pero había cosas buenas buenas, o al menos a mí me lo parecían.
Pero claro, para ser sinceros, si ahora tuviera quince años supongo que sería fan de los Black Eyed Peas.

Selene

Está bien, lo explicaré, por aclamación popular y para que no haya malentendidos, pero que no sirva de precedente: entre la luna y yo sólo hay una buena amistad y una sana competencia.
Aclaremos las cosas: es cierto que la luna llena tiene un extraño efecto en mí, pero ni me crece el pelo, ni las uñas, ni los colmillos, ni soy peligroso (no mucho, al menos). A estas alturas el principal daño que me causa la luna llena es que no puedo dormir durante dos o tres noches. Estoy un poco más inquieto que de costumbre a lo largo del día y a medida que se acerca la noche empiezo a tener una sensación parecida a la de haber tomado demasiada cafeína. La influencia es mucho mayor en los meses de verano, especialmente en agosto. Al no poder dormir, intento realizar otra actividad, lo cual no es fácil, pues mi estado de agitación a veces no me permite concentrarme demasiado en ello. Si estoy con alguien, esta persona puede ser testigo de mi estado de euforia, que me hace hablar sin parar y a veces en un impulso empezar a correr o saltar sin ningún sentido. A mis 19 años, esta influencia lunar estaba más acentuada, pero he de admitir que he aprendido a moderar mi comportamiento, y si estoy en casa ya no me subo por los muebles ni doy saltos encima de la cama.
Otras veces, por el contrario, la luna llena me paraliza. Esto me sucedió no hace mucho, durante una cena. Fui incapaz de seguir comiendo o bebiendo, o hablando con la gente que me rodeaba. Sentía la presión de los rayos lunares sobre mis hombros, oprimiendo mi capacidad de realizar las funciones básicas. Ante tal peso, decidí marcharme a casa, a no dormir.
Hay gente, mi padre entre ellos, que no cree en la influencia de la luna, y dice que si no puedo dormir es porque estoy autosugestionado. A esta gente, selenescépticos (¿por qué no aparece en el google ninguna web con esta palabra?), les invito a pasar una noche de luna llena conmigo.

Resplandece

Sí, mejor me callo, quiero decir, mejor no escribo, mejor no me acerco... Pero no, porque si no lo hago no encontraré nunca la salida. Lástima que sólo sean Palabras Palabras Palabras, y no sea Dinamita Piedras Hachas, porque entonces iba a demostrar el fracaso de los vidrios.
Así pues, expongamos la situación, tenemos un pasillo, lleno de puertas pintadas y espejos deformantes. Yo voy en un triciclo (¿dónde habré visto eso antes?) y el pasillo ya es un laberinto. Ustedes dirán que es sólo una cuestión semántica, pero he ahí el problema. Escribo por encontrar esa puerta auténtica, pero cuantas más palabras escribo en las paredes, más profunda se oculta la laberíntica respuesta, bajo un montón de preposiciones equivocadas. Sigo las pistas. La salida está detrás del soneto, me dicen los cánones. Debajo de tu vorágine a la salida de la luna, me dice un deconstructor. Y yo digo, ¿y si mejor me callo, me quedo a vivir aquí tranquilo...? Con todos estos reflejos, que si sumo todas sus mentiras dicen la verdad insoportable, imposible, no, casi mejor voy en busca del soneto perdido y de esa leyenda de la puerta abierta. Sólo me queda por saber... ¿voy pedaleando sigiloso y desapercibidamente, o sigo cantando una canción de Guns N' Roses, escribiendo refranes en las paredes y aullando que éste es el invierno de nuestro descontento? ¿Saludo o no saludo a las gemelas al pasar?

Say Yes

Un Caos Muy Ambiguo

A veces pienso que la autoría de este caos es intelectualmente multicéfala. Es evidentemente monocorpórea, pues vuelvo hacia atrás y mis dedos lo confiesan todo, hemos sido nosotros, pero tú lo has decidido, me dicen (lo dicen principalmente dos de ellos, malos hábitos mecanográficos). Sin embargo, a veces renegaría de tanto... Yo los veo, los contemplo, y por más que me esfuerce, me cuesta aceptar que yo haya creado eso. Por dios, quién ha sido. El título lo justifica todo, ahí ha habido un acuerdo, CAOS, y así podemos englobar toda esa contradicción, justificar cualquier incoherencia, todas las desidias estilísticas, la herrumbre gramatical... hasta alguna falta de ortografía. Caos y esquizofrenia, y todo vale, y todas las mentiras del mundo como una sinfonía lúdica en homenaje a la frivolidad. Y hasta me hago el tonto, para disimular mi verdadera estupidez.
A veces mi corazón (algún corazón) se desata, y pretende desenmascarar entrañas, el muy naïf (el muy ingenuo y pedante), y todo se convierte en una oda a la ambigüedad, no por envolverse en un halo de misterio, ni jugar al acertijo. Más bien mi corazón se abalanza sobre las definiciones, tratando de competir con el marcapasos y con el diccionario, pero siempre entre tinieblas y con su ineptitud en la palabra...

Y ahora... Publicidad

Volvamos a Suecia. Allí está un tal José González, que canta canciones como ésta. Es una versión de Heartbeats, canción de otro grupo sueco, The Knife.
La canción es buena, pero lo auténticamente hermoso es el clip. Bueno, el anuncio. Talento hay en todas partes.

Acertijo

Acostado en el sofá, mi hermano me grita:
-¿Me preparas un colacao con galletaaas?
-Si resuelves este acertijo- digo yo. -Si no, me lo preparas tú a mí.
-Vale -dice él.
-Muy bien. Cuatro niños van a casa de un brujo. El brujo da a cada niño un papel en el que aparece un número. Según el brujo, el número representa los años que les queda de vida a cada uno. Los números son 8, 16, 32 y 64. Los niños regresan a su casa, bastante asustados, y el niño al que le tocó el número 8, especialmente triste.
Pasaron 8 años, pero ese niño no muere. Sin embargo, los otros tres mueren según el año que el brujo predestinó. 64 años después de la visita al brujo, en el entierro de su último amigo, el niño al que le tocó el número 8, ahora un viejo, recuerda todo lo sucedido, y de repente, comprende asombrado. ¿Qué es lo que ocurrió? ¿Se equivocó el brujo con los números?
-¿Me haces un colacao?- repite mi hermano.
-Si resuelves el acertijo.
-Muy fácil. El niño leyó el número torcido. No era un 8. Era el infinito, era inmortal.
-¿No te llama la atención que cada número fuera el doble que el anterior?
-No. Que sea un colacao con 8 galletas. No infinitas, ¿eh?

El Intruso

Hace tiempo que dejé de ser el último hombre vivo. La culpa ha sido de mi ingratitud, nada disimulada, por el contrario, más bien absolutamente premeditada. Comencé a especular sobre las sombras del planeta, a traducir los jardines, a enumerar mis huellas y a dictar mi nombre al viento, hasta que paulatinamente el eco acabó por robarlo.
Otros han nacido. O yo, el intruso, he muerto. Eso ya nadie lo recuerda.

El Último Escritor

Con su primer libro cambió radicalmente nuestra percepción del mundo, de la realidad circundante, de la civilización, de nosotros mismos. Muchos llamaron a aquello la Revolución Cultural, el Renacimiento, el Patasarriba.
Con su segundo libro nos devolvió la percepción que teníamos anteriormente, y desde entonces, no escribió nunca más. Bueno, ni él ni nadie.

Lipfulness

Mis labios están atónitos de verse imputados como simple anatomía.
Lo que nadie sabe es que un día besé el hielo. La primavera lo incorporó al río y el sol del verano lo vaporizó alzándolo a las nubes gloriosas. Recuérdenlo, son mis besos lo que les llueve.

Dear God

Me encanta esta canción super-atea:



Hace tiempo que investigo quién canta tan bien esta canción de XTC, pues me gusta incluso más que la original, aunque su clip es realmente efctivo. Vale la pena leer la letra, atrevida y rabiosa.

Dear god,
Hope you got the letter,
And I pray you can make it better down here.
I don't mean a big reduction in the price of beer,
But all the people that you made in your image,
See them starving on their feet,
cause they dont get enough to eat
From god,
I can't believe in you.

Dear god,
Sorry to disturb you,
But I feel that I should be heard loud and clear.
We all need a big reduction in amount of tears,
And all the people that you made in your image,
See them fighting in the street,
cause they can't make opinions meet,
About god,
I can't believe in you.

Did you make disease, and the diamond blue?
Did you make mankind after we made you?
And the devil too!

Dear god,
Don't know if you noticed,
But your name is on a lot of quotes in this book.
Us crazy humans wrote it, you should take a look,
And all the people that you made in your image,
Still believing that junk is true.
Well I know it ain't and so do you,
Dear god,
I can't believe in,
I don't believe in,

I don't believe in heaven and hell.
No saints, no sinners,
No devil as well.
No pearly gates, no thorny crown.
You're always letting us humans down.
The wars you bring, the babes you drown.
Those lost at sea and never found,
And it's the same the whole world round.
The hurt I see helps to compound,
That the father, son and holy ghost,
Is just somebody's unholy hoax,
And if you're up there you'll perceive,
That's my heart here upon my sleeve.
If there's one thing I don't believe in...

It's you,
Dear god.

Lipless

Me di cuenta de dos cosas: primera, de que se había enamorado de mi; segunda, de que no tenía labios. Así que cogió un lápiz rojo intenso traffic light nº 22, se pintó un buen par, y me dio un beso.

El Asunto del Pelo

Me ha crecido el pelo exageradamente. Sucedió ayer noche, en un descuido. Aparté el ojo del espejo un instante, y cuando me di cuenta, mi pelo era una melena intolerable. Como comprenderán, debido a esto me he ganado varios enemigos, y hay ciertas zonas de la ciudad que debo evitar. He entrado en serio conflicto con las fotocopiadoras, los buzones de correos y los gatos.
Las fotocopiadoras son impredecibles. Se presentan de improviso, en medio de un parque, o a la vuelta de la esquina, y en cuanto pueden, fotocopian mi pelo. Atrapan mis cabellos con una velocidad increíble y hacen cuantas fotocopias pueden mientras no logro desengancharme. Después, llenan la plaza, las calles, los portales de las casas de copias de mi melena, provocando protestas de asociaciones de vecinos y concejales, que tienden a echarme la culpa a mí.
Los buzones de correos no son tan peligrosos en tanto y cuanto pueda evitarlos. Ellos están en su lugar, sin moverse, y si yo no me acerco, nada sucede. Pero si voy caminando distraído, y por casualidad me aproximo a uno de ellos, abren su bocaza y con una succión de aspiradora, logran atraer mi cuero cabelludo y absorberme dentro de ellos, para acabar siendo sellado por algún cartero sin escrúpulos que finge no darse cuenta de lo sucedido. Es una manera de viajar, sí, pero nunca se sabe donde puedo ir a parar. La última vez que fui tragado por un buzón que succionó mi pelo, terminé en una tienda de fotocopiadoras, con todo lo que eso supuso.
Mi tercer enemigo, ahora que luzco esta imprevista melena, son los gatos. No sé por qué razón, los felinos deciden que mis cabellos son un buen lugar para refugiarse. En cuanto me descuido, tengo un par de ellos viviendo en mi cabeza. Y deshacerse de ellos no es nada sencillo, se enojan, se erizan, refunfuñan, usan sus uñas si intento echarlos. Casi me he acostumbrado a llevar siempre un par de gatos encima. De vez en cuando, alguien me dice:
-¡Oye, hippie, que llevas un gato en el pelo!
-No te preocupes- contesto yo acercándome a un buzón. -Ahora me deshago de él.

Mi Tocayo

Paseando por el Malecón de La Habana, dos muchachos nos llaman. Les vamos a cantar una canción, dicen. Esa clase de cosas son las que hacen de La Habana un lugar tan encantador. ¿No cantan ya a Silvio por aquí?, pregunto yo. ¡Por supuesto!, exclama entusiasmado el cantante. ¡Ése es mi estilo!, dice, y nos dedica "Óleo de mujer con sombrero". A estas alturas, ya me tenían ganado. Tras un buen rato de conversación, les pregunto: ¿y qué tal ese otro cantante, Carlos Varela? Ellos se sorprenden, quizás no esperaban que lo conociera, y dicen, es fantástico, y cantan esta canción:

Cuando nos decimos nuestros nombres es cuando no salen de su asombro, y tengo que sacar el carnet para demostrarlo. Bueno, no soy él, digo riendo, aunque me llame así. LLena más estadios que Fidel, me dice. Y dice verdades como puños. Es un excelente músico. ¿Es conocido en España?
No mucho. Jamás había sacado mi carnet para demostrar mi nombre. Nadie me había dicho nunca te llamas igual que un cantante. Te regalaré su disco, me dice el cubano. No hace falta, digo yo, lo acabo de comprar. Y vale la pena, de verdad.

Recluta

Antes de entrar en el aula, me quedé un momento contemplando la noche lluviosa. LLuviosa y fría, la primera de auténtico frío del año. Mis alumnos, todos con el uniforme militar, me saludaban a medida que entraban en el aula, casi todos con una sonrisilla al observar el panorama que había fuera. Un grupo de muchachos, sin uniforme, con cara de estar en Marte, desorientados, intentaban familiarizarse con la vieja escuela. Recién llegados. Reclutas. Militares de empleo, les llaman allí. Me fijé especialmente en una chica tristísima. Tendría unos 18 años, y la cara de preguntarse por qué me estoy metiendo aquí. Estaba con sus padres, los dos padres más tristes que haya visto nunca. La chica se me acercó y me preguntó dónde estaba la cafetería. Yo le indiqué el camino. Tiempo tendría de aprender que allí se llamaba cantina. En dos días también le tendría que explicar que en inglés se dice "canteen". Se alejó de sus padres. En los ojos de la madre se asomó una lágrima. La decisión estaba tomada, esa noche la niña dormía en el cuartel.
Hora de entrar en clase. Sin embargo, un impulso me obligó a dirigirme hacia esos tristes señores y dedicarles unas palabras de consuelo. A mi manera, claro, diciendo algo que habré escuchado antes, en una película, quizás.
-No se preocupen. Aquí su hija se hará un hombre.

Espejo

Me estoy volviendo loco. Estoy tratando de sacarle una foto a un espejo, pero éste no se deja. No hay manera de pillarlo desprevenido, siempre se las arregla para que en vez de salir él, salga yo, y además, zurdo, cuando yo siempre fui diestro.
Si me escoro, si me oculto bajo la cama y disparo mi flash desde allí, entonces consigo no aparecer, pero aparece cualquier otra cosa, lo que todavía da más miedo, pues allí dentro, en las entrañas de ese espejo aparecen objetos desconocidos, irreconocibles, indescriptibles, jarrones de los vecinos, butacas que habían desaparecido en el olvido, ceniceros de mis antepasados, animales extintos, y además, todos zurdos. Quizás mi cámara esté captando los recuerdos de ese espejo, reflejos pasados, tal vez de una memoria colectiva de todos los espejos, que solidariamente comparten información a través de una red mundial de espejos. Mi espejo tiene una especial debilidad por descargarse reflejos de muebles y animales. Me pregunto si envía mi imagen a algún otro espejo. Me pregunto por qué siempre falla mi hechizo de invisibilidad.

Veinticinco Años Después

Yo era muy pequeño cuando sucedió todo aquello. No se me puede culpar por ello. Fue mi madre, la que me preguntó, en un maléfico intento de ser instructiva:
-¿Tú sabes de dónde sale el dinero?
¿Qué podía hacer yo? ¿Cómo podía reaccionar un niño inocente que no sabía nada de la vida ante el disparo de semejante pregunta? ¿Por qué querer sacarme de mi idílico mundo de ignorancia e inyectarme semejante ladrillo de realidad tan de sopetón? Contesté, según mi diminuto criterio, lo que mi limitada experiencia me permitía elucubrar. Respuesta empírica:
-El dinero sale de las vueltas.
¿Y acaso no? Ésa era mi fuente de ingresos. Yo iba a hacer un recado y me quedaba con el cambio. Conclusión lógica, de ahí salía el dinero.
Mi madre es implacable. Tras las carcajadas, me lo explicó todo. Me dio una lección de capitalismo y me robó la inocencia para siempre. Jamás lo olvidaré. El dinero no sale de las vueltas. Ella tampoco olvida. El otro día, veinticinco años después, se le ocurrió decir delante de varias personas:
-Pues mi hijo cree que el dinero sale de las vueltas.
Como decía, absolutamente implacable. Tras decir eso, echó una carcajada, que creo que es la misma que le dura desde hace veinticinco años. Yo llevo veinticinco años sonrojado. Menuda memoria la nuestra.

Profecía

Qué se va a plegar tu estómago. Lo que se pliega es el universo. Lo que antes era cóncavo, ahora es convexo. Reza por que al final te encuentres en algún vértice desde el que puedas reconocer algún órgano vital o algún accidente geográfico. Se agita, se agitan los mapas, pero no es siquiera un terremoto, qué va, agradecerías cualquier movimiento sísmico o que las brújulas conspirasen contra, o que el cambio climático te dejase sin lágrimas. Es mucho peor. En cuanto a los polígonos, pues todos abiertos. Y todo estará arrugado. Y nadie se acordará de los nombres de sus perros.

TRES

-Recomiéndame tres películas, tres canciones y tres libros.
-A ver... Tres películas...
-Dime algo que no sea muy evidente, ¿eh? Vamos, que no me recomiendes Casablanca.
-Vale. Tres pelis: Los sobornados (1957) de Fritz Lang, El ángel exterminador (1967), de Luis Buñuel, y Dersu Uzala (1975), de Akira Kurosawa.
-Vale. Interesante elección. ¿Por qué esas películas?
-Bueno, son tres películas estupendas, las tres de géneros diferentes, y las tres realizadas por tres directores de distintos países que trabajaban en un país diferente al suyo.
-Ahora tres canciones. No me recomiendes Yesterday, por favor.
-Te recomiendo Landslide (1975), de Fleetwood Mac, Maligno (1998), de Aterciopelados, y Le vent nous portera (2001), de Noir Désir.
-Joder, recomiéndame algo más alegre.
-No me da la gana. Es una elección indiscutible. Tres canciones en tres idiomas distintos y de tres decadas distintas. Irreprochable.
-Está bien. Ahora tres libros.
-A ver... El Hobbit, de Tolkien, Canción de Navidad, de Dickens y Lunar Park, de Bret Easton Ellis.
-¿Puedes justificarme tu estúpida elección?
-Bueno, son los tres primeros libros que se me ocurrieron y que recuerdo haber leído...

Disculpen, voy a...

-Creo que estoy enamorado. No estoy seguro...
-¿Vomitaste?
-No.
-Entonces no lo estás.
Y es cierto. Si estoy enamorado, vomito. Si no hay vómitos, la enfermedad es otra.
Hay un grupo de música del que sin duda estoy enamorado, pues me entran ganas de vomitar cuando los oigo. Y no estoy siendo en absoluto sarcástico, porque es un grupo al que adoro, pero es que escuchar sus canciones me produce esa misma sensación que tengo cuando me enamoro, el estómago se me pliega, se vuelve "estógamo", se vuelve hormiguero, y expulsa. Lo paso mal, pues sí, pero cómo evitarlo. Hablo de Belle and Sebastian. Siempre me extrañó que en la película "Alta Fidelidad" el personaje interpretado por John Cusack escuchase a Belle and Sebastian y se refiriese a ellos como un grupo al que pudiese ignorar, pues a mí me es francamente imposible. Cierto es que son capaces de lo mejor y de lo peor, que tienen canciones terriblemente empalagosas, que a veces parecen unos niñatos sensiblones que van de incomprendidos (joder, cómo no me voy a enamorar de ellos, son adorables), pero otras veces aparecen con la canción más conmovedora del mundo, con unas melodías que parece mentira que no hubiesen existido antes. A veces en sus canciones parten desde el minimalismo melódico e instrumental, para convertirlo en la más compleja sinfonía orquestal... Y mi abuela me dice:
-¿Por qué no te enamoras de una persona de una vez?

PepeDanteando (soledades estruendosas)

sutil es la manera
que tiene el tiempo de pasarnos de largo
desapercibidamente y sin ruido
a pesar de todos los relojes
que insisten en corear sus pasos

igual de sutil
es el amor dándose muerte y nacimiento
ahogado y sigiloso
por más que yo me dedique a cacarear su llama
y a despeñarme en erupciones a plañir su ocaso

y qué burdas en cambio
las soledades toscamente acaparando aliento
con qué escándalo y descaro conspiran con fantasmas
aunque apenas un gemido se le escape al aire
ni un susurro clandestino contradiga sus planes

El Rey del Glam

Te has quedado en el 73, con Bowie y T-Rex. Intento de conversación en la disco, mientras suena esta canción a todo volumen.
-¿TE HAS QUEDADO DÓNDE?
-¡EN EL 73!
-¿DÓNDEEE?
-¡EN EL 73! ¡CON BOWIE Y T-REX!
-¿CON QUIÉN?
-¡CON BOWIE!
-¿QUIÉEEN?
-BOOOOOWIE Y T-REEEEEEEX.
-¡NO TE OIGOOOO!
-¡¡¡TE HAS QUEDADO EN EL 73 CON BOWIE Y T-REX!!!

La música se detiene abruptamente y se hace el silencio. Se hace el zumbido más bien.
-¿Cómo era?
-Te has quedado en el 96, con Oasis y REM.
-Ah. Ya me parecía.

Voz Pasiva

Esto lo he dicho hoy en clase explicando la voz pasiva en inglés:

"Si pasamos a voz pasiva la siguiente frase: Mi hermana puede haber estado estudiando la lección, nos saldría: La lección puede haber estado siendo estudiada por mi hermana. No os asustéis, esta frase es sólo un ejemplo, no os la pondré en el examen. Es una frase correcta, pero no es realista, nadie habla así. Bueno, tengo un amigo que sí, pero hubiese merecido poder haber sido quemado en la hoguera."

Sólo me hizo gracia a mí. Supongo que a veces mis alumnos creen que tienen un profesor marciano.

No Me Hagas Sufrir, Coma

Un amigo me dice que tengo problemas con las comas. Y con los signos de puntuación en general. Él lee con atención lo que yo escribo y me lo dice: "A ti lo de los puntos y las comas no se te da bien". Y tiene razón. Soy tan consciente de ello que decido que muchos de mis textos no lleven ni un solo punto ni coma. Mi amigo se indigna y me dice que necesita pausas para respirar, que se pierde, que no sigue el ritmo... Pero más me indigno yo. Esas malditas comas son de lo más molesto. Me suele suceder que mientras leo una línea, así con la boca abierta, una coma se me incrusta en la glotis y me atraganto, me asfixio. La mayoría de las veces que me entra la tos, es por culpa de una coma. Los puntos son mucho más peligrosos, aunque admito que a veces la culpa es mía. Voy leyendo a demasiada velocidad, de modo que cuando se presenta un punto, no me da tiempo a frenar y me doy un golpe contra semejante señal de stop, provocándome múltiples heridas en los dedos y en la lengua. Y eso si no acaba el párrafo, y caigo al vacío dejado por el punto y aparte, sin posibilidad de sujetarme a ningún margen. Para qué decir nada de signos de puntuación como los dos puntos o el punto y coma, auténticos disparates arquitectónicos, nocivos, fabricados con la única intención de causar daño y contusiones. Abajo los signos de puntuación. El único que tolero son los puntos suspensivos. Sobre todo si son elásticos y acolchados. Tropiezo con uno, pero reboto en el siguiente, y caigo de culo en el próximo... y así podría pasarme todo el día... hasta que descubro ese tobogán que tiene el signo de interrogación. Podría pasarme la vida haciendo preguntas de arriba abajo.

Paradoja

Hay que ver lo deprisa que avanza la tecnología. Observen si no, lo bien programado que estoy para simular el ser un incomprendido, como cualquier ser humano. Con tanta perfección, naturalidad y realismo se ejecuta mi tarea, que en ella es sencillo reconocerse, y todo incomprendido ve en mí un reflejo de su propio síntoma, de modo que cuántos menos errores cometo, más simpatías obtengo...

Un Caos Muy Impaciente

Todo esto no es otra cosa que impaciencia. Impaciencia por ser tantísimos pronombres que confluyan en un YO de pies grandes. En un Yo-Big-Foot, vamos. Mi desorden es tangible (por evidente), e intangible (por enorme), y aunque deba fingir sentirme orgulloso de él, lo cierto es que me desespera, pues no encuentro nada, ningún atributo de ésos que tanto deseo, ningún epíteto de los que pretendo merecer, ningún chispazo que ilumine mi nombre en labio alguno. A veces recurro a un detective privado por mis venas, asuntos internos, como le gusta que le llamen, y en sus informes siempre aparecen discusiones entre mi alter ego y mi otro yo sobre quién de los dos es más primera persona del plural y quién es el hombre-lobo. Si de alguna manera vislumbrase algún fin, que todo se resumiese en que Yo Soy Uno, o Yo Soy Otro, o Yo Soy Un Tipo Con Sombrero, entonces quizás entre todo lo revuelto emergiese un brote de silencio que finalmente me conceda una plaza mientras ... mientras... (no me atrevo a decirlo)... mientras duermo.
Todo esto no es más que un intento contradictorio y contraproducente de pedir tregua. De Ser Tregua. Como intentar apagar la sed con ese refresco repugnante, gaseoso y adictivo que sólo da más sed.

The Lovecats

Love Cats

Esta canción suena en mi móvil. No sé cuál me gusta más si esta versión o la original de The Cure. Ella, Katie Melua, me gusta por dulce y tierna, pero él, Jamie Cullum, es todo un espectáculo. Sus tres discos son estupendos, hace versiones de clásicos que realmente mejora, pero también hace versiones de no tan clásicos (véase Radiohead, The Doves, U2, David Bowie) realmente divertidas. Si además añadimos que sus propias canciones no desmerecen, pues todo completo. Pero donde este chico lo vale realmente, es en directo. Ahí demuestra lo pasmosamente buen músico que es, con sus improvisaciones, con sus percusiones, con su aire bromista y relajado. Un artista total al que hay que seguir.

Paranoid Android

me preocupa este frío/ esta tranquilidad de mis pupilas/ este nada que no siento nada/ estas horas tan parecidas a las paredes/ todo este polvo sobre el silencio de mi pecho metálico como el de aquel androide paranoide de aquella otra leyenda película pasado ficticio mal sueño canción de radiohead

me preocupa este frío y también la pereza que me produce pensar en el hervir de la sangre

Who is your favourite actor?

Estoy corrigiendo exámenes. Corregir no es tan malo, lo terrible es poner notas. En fin, paciencia... y criterio, qué le vamos a hacer.
En los exámenes me gusta hacer preguntas para que me respondan en inglés acerca de su vida personal. Nada complicado, cómo te llamas, de dónde eres, cuántos años tienes... pero me encanta poner ésta: Who is your favourite actor? ¿Quién es tu actor favorito? Las estadísticas dicen que Robert de Niro es el ganador, pero seguido muy de cerca por Antonio Banderas, Santiago Segura y... Steven Seagal, ya ven. Pero la verdadera razón por la que incluyo esta pregunta en los exámenes la van a conocer inmediatamente. Éstas son algunas de las respuestas que he conseguido (y no invento nada, las tengo aquí delante):

-My favourite actor is Penelope Cruz.
-My favorite actor is Rover Refor.
-My actor favorite is Bruslí.
-My favority actor is Bandán.
-Andrés Pajares.
-My favourite actor is Nicol Kidman.
-My actour favourit is Nacho Vidal.
-My favourite actor is Pepito (se refiere a Joseph Cotten, obviamente).
-My favourite actor is Ronald Reagan (éste fue el listillo de la clase).
-My favourite actor is Peter Pan.
-My favour actor is Figo.
-My favourite actor is yon trabolta.
-My actor favourit is Jarrison Four.
-My favourite actor is are (sin comentarios).

Un poco de diversión no viene mal. Ahora me voy, que tengo que seguir riéndome... quiero decir corrigiendo.

Huellas

Camufladas piel adentro, tratan estas huellas de tratarse sus nostalgias, de hundirse en el transcurso, en invitados, en novedades, en la farsa y en la selección natural.
Pero las de tus dedos, ésas nunca olvidan, penetran mis yemas portando persistentes el estruendo de los roces, y así, donde dejo mi rastro, está tu voz, y con mis dos manos extendidas, en estéreo.

esperando en mi yacimiento

cuando se produza el gran hallazgo
de mis huesos
sólo tendrá sentido
si su calcificación perfecta
responde a que su esquelética locomoción
ha pasado desapercibida en su refugio
porque mi esencia
ha ido dos pasos por delante
de mi presencia

Asesinato en la Convención de Escritores (Capítulo Final)

Era mi turno. Varios escritores habían hablado antes que yo, unos acerca de la poesía contemporánea y sus tendencias, otros acerca de la superfluidad de la diégesis narrativa, otros acerca de la influencia en sus propios sueños de las tres unidades aristotélicas... Bien, yo decidí contar mi fantasía sexual. Consiste en que estoy en un concurso y en 24 horas debo hacer el amor con una persona de cada país del mundo por orden alfabético.
-¿Alguna pregunta? -dije al terminar. Una muchacha levantó la mano y dijo:
-¿Está incluído el Vaticano en esa fantasía?
-Por supuesto. De hecho, ahí está la clave de todo ello.
Bebí rápidamente un vaso de agua y di por finalizada mi intervención. Agradecí la atención de todos y aunque todavía intervendría algún escritor más, decidí irme a casa. Ya saben, tengo un blog que mantener. Por lo visto, después hubo un asesinato, pero yo ya no estaba allí, me enteré por la prensa. Y no tengo nada más que decir sobre este asunto.

Asesinato en la Convención de Escritores (Capítulo 1)

-Tengo tuberculosis y estoy enamorado de una mujer casada- me dijo aquel escritor.-Eso es lo que me lleva a escribir. Escribo desde el dolor. ¿Qué es lo que te mueve a ti?
Estaba tan impresionado que intenté buscar una coartada que me mantuviese a su altura, pero no se me ocurría nada.
-Bueno, yo... escribo porque... tengo un blog que mantener. Escribo desde el ordenador.
No soy capaz de saber si la mirada que me dedicó el escritor era de absoluto desprecio, de pavor, de pasmo o de rendida adoración. Ya saben, algunos escritores comunican muy bien con su pluma, pero fatal con las miradas. El caso es que decidió hablar con otros escritores más afines a él y dio por zanjada la conversación. Justo cuando iba a hablarle de las novelas que he escrito, "El Lazarillo de Tormes" y ésa que empieza "El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana..."

Otredad

Quién me iba a decir que iba a estar así de triste, que ni siquiera es una tristeza propia. Esto de tener la tristeza de otro es tan confuso... es una tristeza que yo describiría como de domingo, o de lagarto, aunque no sé qué lagarto, porque no es ninguno de mis lagartos, a mí no me pregunten.
Lo más fastidioso es que temo que cuando recobre la alegría, también sea la alegría de otro, y me vea describiendo una alegría de viernes ajeno, tal vez de pingüino, y tendré que pedir que me definan pingüino, y que me definan cualquier concepto obvio aunque defamiliarizado, para conseguir de una vez por todas adaptarme a esta Otredad.

La Mentira

Siempre he sido consciente de algunas mentiras, pequeñas, sin mala intención. Las he aceptado, incluso las he patrocinado, comportándome asquerosamete paternalista con ellas. Pero claro, siempre aparece algún espejo mágico lleno de grillos, y hoy me he puesto a leer todo este circo, y me he asustado. Miento. Siempre he mentido. Huyan, insensatos, no se queden leyendo más porque les engañaré torticera e impúdicamente. Mezclaré mentiras con verdades para confundirles, regalaré caramelos sin sabor y abismos diminutos.
Desconfíen. Si les digo que no deben creer nada de cuanto lean, no estaría más que reincidiendo en mis mentiras, les dejo a ustedes el arduo trabajo de discernir... si lo desean, yo ya no sería capaz, me he perdido, soy el primer engañado, la primera víctima de mi lengua.
Me restrinjo. Esta entrada se iba a titular "Viva Japón", y en ella iba a escribir una lista ficticia de los diez grupos japoneses que más me gustan. Sería fácil encontrar nombres japoneses y hacerlos pasar por grupos de música, todo con el fin de hacerme pasar por super-listo y super-raro.
"Ésta es una lista de los diez grupos japoneses que más me gustan. No incluiré obviedades como Pizzicato Five ni Yoko Ono. Además Yoko Ono estaría incluída en la lista de peores grupos japoneses.
1- Natsu Kyôbô. Combinando la tradición japonesa con influencias occidentales, este grupo japonés está a punto de convertirse en el grupo desconocido más premiado de Asia. La voz de su cantante, Hidetoshi Yajima, de tan conmovedora, casi duele."

Bueno, y así hasta completar la lista de diez con quince grupos más. Pero no, no la voy a hacer, porque aunque sería divertido, la verdad es que en realidad querría conocer a diez grupos japoneses reales, y toda esa mentira sería bastante frustrante por regodearme en mi ignorancia. Por lo demás, creo que seguiré mintiendo en lo que buenamente pueda, o en lo que buenamente me crea. Si me quieren hacer un favor, miéntanme ustedes a mí también, díganme que me lo creen todo, que es evidente que todo es cierto, y si detectan alguna incoherencia, justifíquenla desde la locura, la belleza, la subjetividad, la discontinuidad, el postmodernismo, alguna excusa se les ocurrirá.

Voy en Avión

Cómo me gusta ir en avión. Tengo que poner esta foto en todas partes, para verla constantemente y recordarme que tengo que pensar la manera de arreglármelas para fugarme de nuevo. Venga, ¿a dónde vamos?

Sabotaje

Así no se puede dormir. Lo había hecho todo bien, posición encontrada, ojos a medio parpadeo de la rendición, y de repente, un siseo, una premonición, un ALGO que me devuelve a la vigilia total. Presto oídos a cualquier cosa. ¿Qué sucede? ¿Qué es eso? Lo oigo. Un murmullo, un deslizarse clandestino, un zumbido de fricciones procede de algún lugar. Investigo, rebusco en los rincones, hasta que lo encuentro. Todas las palabras por las que me he preocupado, las que he ordenado y moldeado, escogido meticulosamente y acomodado en cada línea, han decidido sabotearlo todo y organizar un caos ortográfico. Han cambiado sus "bes" por "uves", sus "elles" por "y griegas", han traído nuevas "haches" y han expulsado a las que había. En su meticuloso quehacer, dejan ese confuso ruído de palabra impronunciable que me ha despertado, y eso las delata. Ahora mis noches son las del vampiro corrector, que angustiado, repite una y otra vez todo su trabajo, tratando de enmendar tanto desaguisado, indignado ante la traición de sus propias creaciones. ¿Que tengo ojeras de no dormir? Pues no han visto las que llevo en el alma.

Cosas que nunca Cambian

Otro día, en ese vídeo-club que ha cambiado de emplazamiento, encontré a un antiguo compañero de instituto. Podría hacer diez años que no nos veíamos, así que después de ponernos al corriente de nuestras respectivas vidas, empezamos a recordar viejos tiempos. De pronto algo me vino a la mente y le espeté:
-Recuerdo que estabas obsesionado con Catherine Deneuve. No parabas de hablarme de ella.
Él me miró sorprendido, no esperaba semejante frase. Sobre todo porque cuando me enseñó la película que había decidido alquilar, comprobé que se titulaba "Place Vendôme" y la protagonizaba Catherine Deneuve. No pude evitar echar una carcajada. Él también se rió, un poco avergonzado quizás por haberme resultado ciertamente predecible. De pronto, a él le vino algo a la mente, y me espetó:
-Pues tú a mí me dabas la paliza con "Grease". ¿No irás a alquilar "Grease"?
La risa se me congeló en el acto. No tuve más remedio que mostrarle la película que llevaba, mucho más ruborizado de lo que él había estado hacía un momento. Ahora fue su turno de echar la carcajada al ver que la película que yo llevaba no era "Grease", sino "Grease 2".
Y es que algunas cosas nunca cambian.

Miss Misery

Publico de nuevo esta entrada porque el vídeo había dejado de estar disponible, así que ahí está Elliott Smith otra vez.

Miss Misery- Elliott Smith

Esta es una de las canciones que me conmueven hasta el llanto. Supongo que el hecho de saber que Elliott Smith se suicidó también ayuda. Recuerdo que cuando descubrí sus canciones, al principio, me era imposible encontrar ni un solo disco de él en las tiendas, estaba indignado. Luego, nominado a un Oscar por esta canción de Good Will Hunting, y al aparecer en la BSO de American Beauty, se hizo un poquillo más conocido. Me encanta porque es uno de los pocos cantantes que conozco que no confunde sensibilidad con sensiblonería, porque con toda esa delicadeza que pone en sus canciones, al mismo tiempo sus letras están llenas de rabia y cierta angustia. Uno de los momentos más surrealistas de mi vida fue cuando le dije a mi amiga Mónica que había muerto. Ella me echó una bronca a mí, como si yo tuviera algo que ver con ello (niégalo ahora).
Aquí está la letra:

i’ll fake it through the day
with some help from johnny walker red
send the poison rain down the drain
to put bad thoughts in my head
your two tickets torn in half
and a lot of nothing to do
do you miss me, miss misery
like you say you do?
a man in the park
read the lines in my hand
told me i’m strong
hardly ever wrong i said man you mean
you had plans for both of us
that involved a trip out of town
to a place i’ve seen in a magazine
that you left lying around
i don’t have you with me but
i keep a good attitude
do you miss me, miss misery
like you say you do?
i know you’d rather see me gone
than to see me the way that i am
but i am in the life anyway
next door the tv’s flashing
blue frames on the wall
it’s a comedy of errors, you see
it’s about taking a fall
to vanish into oblivion
is easy to do
and i try to be but you know me
i come back when you want me to
do you miss me miss misery
like you say you do?

Conozco a un Bot

BassHunter - Boten Anna - Subtitulado al español

A partir de este momento este blog tomará un rumbo inesperado. Desde ahora estará dedicado exclusivamente a Suecia, y para comenzar, aquí va esta representativa muestra de la música que por allí se hace. Se incluyen unos útiles (aunque con errores ortográficos, todo sea dicho) subtítulos en castellano para aquellos de ustedes que tienen la desgracia de no entender sueco. En todo caso, por si el concepto de la canción no se entiende, este muchacho nos trata de explicar que conoce a un bot. Es evidente que hace un juego con las palabras "bot" y "boat" y el doble significado de la palabra "canal". Viva Suecia.

Inauguración

Esta entrada anula todas las entradas anteriores. El jurado no tendrá en cuenta nada de lo dicho hasta ahora. Donde dije digo lo maldigo. Desde ahora, borrón y cuenta de la abuela. Esto no es aquí. Ahora no ha sido ahora hasta ahora. Todos los lugares son ninguna parte y el gusto es mío. Contaré hasta tres y sus mememorias lo tergiversarán todo. Si les suena algo, es un dejà vu, o una curiosa obcecación por su parte, o el día de la marmota. Hoy inauguramos. Tijeras, por favor.... Queda inaugurado este pantano.

Recomendación

En el lugar donde antes estaba el vídeo-club, ahora había un solar abandonado. Horror- pensé- mi vídeo-club, no pueden hacerme esto. Mi sensación de desamparo terminó en cuanto me di cuenta de que había un letrero que anunciaba el traslado a un par de manzanas de allí. Suspiro de alivio. Con la cantidad de buenos momentos que he vivido en ese vídeo-club.
Recuerdo una vez que llegué allí unos minutos antes de que abrieran. Una chica también estaba esperando, me sonrió y me dijo:
-Qué raro que no hayan abierto aún.
-Sí- dije yo muy elocuentemente.
-Pues aún no sé qué película alquilaré...-dijo ella.
-Ni yo- dije yo.
-A ver, recomíendame alguna.
Pobre chica, pensé. Has dado con el peor consejero del mundo. Te mandaré a la sección de clásicos para que alquiles "La diligencia". Pero no. Calma. Sé condescendiente.
-¿De qué tipo te gustan?
-Pues algo así como "El cuervo"... -dice ella.
-¿"El cuervo"?- repito yo -¿La de...mmmm Brandon Lee?
-Sí, claro. No hay otra, ¿no?
-Pues hay...
-Ah, ya, la segunda parte, bah, pero esa no...
Eso, la segunda parte. Nada de Roger Corman, ni de Edgar Allan Poe. Recuerda. Condescendiente. Amable. Recomiéndale una maldita película que sea como "El cuervo". La de Brandon Lee.
-Pues no sé, déjame pensar...-dije yo.
-Que sea así, de amor y fantasía.
-De amor y fantasía.... "Pan, amor y fantasía".
-¿El qué?
-Nada, nada. "Lady Halcón". Buff, esa no la vas a encontrar.
-Una que sea como "Ghost". "Ghost" me gustó tanto... También tuve que alquilarla, cuando la dieron en el cine no pude verla y es tan bonita... Casi me deprimo por no poder ir a verla al cine, vaya trauma.
-El trauma más bien es que te haya gustado- dije yo, dando por zanjado el asunto de la condescendencia. Que poco aguante. -Te recomiendo Mulholland Drive.
-¿Qué es eso?
-Es muy buena. De amor y fantasía. Es como "El cuervo" y "Ghost" y "Pretty Woman".
-¡Como "Pretty Woman", qué bien!
-Pues eso, pídela, que seguro que la tienen.
Abrieron el vídeo-club y yo alquilé cualquier bobada. "El cuervo 2", creo. No sé si la chica hizo caso de mi sabia recomendación o no. A veces me arrepiento tanto de ser tan malo... Desde aquí, chica del vídeo-club, si te he hecho ver Mulholland Drive, perdóname, lo he hecho conscientemente sabiendo que no es tu estilo de película, me he portado mal. Para compensarte, podemos quedar para tomar un café y te la explico, incluso podemos ir a ver "Ghost" juntos y casarnos, y yo me moriré y nos comunicaremos mediante una medium mientras hacemos cerámica. Pero por favor, perdóname.

Pompa

Casi siempre me despierto de madrugada. Enciendo la luz, bebo un poco de agua, miro el reloj y compruebo que todavía puedo seguir durmiendo, un par de horas más quizás. Esta noche desperté, encendí la luz y vi una pompa de jabón flotando en medio de mi habitación, siguiendo una lenta trayectoria ascendente. Bebí un poco de agua, miré el reloj, comprobé que aún podría dormir un par de horas, apagué la luz y volví a dormirme deseando que cuando despertara de nuevo la pompa en su camino ascendente se hubiese topado con el techo y hubiese desaparecido, para no tener que empezar el día pidiéndole explicaciones.

Michael Gondry

Devendra Banhart - A Ribbon

Devendra Banhart es un tipo con una gran barba que canta esta canción. Pero aquí desde luego la figura es el que realizó el vídeo, que no es otro que Michael Gondry. Si uno se pone a buscar, encontrará que ha hecho unos vídeos musicales fantásticos y multipremiados para Björk, The White Stripes, The Chemical Brothers o Beck. Pero es que además ha hecho "Olvídate de mí" una de las películas que más me gustan de este siglo y una marcianada llamada "Human Nature" en la que salía Patricia Arquette cubierta de pelo por todo el cuerpo. Si van a leer el argumento de su próxima película se darán cuenta de que sin duda originalidad no le falta, o que está como una cabra, que también es posible. Hace unos años organizó un jaleo diciendo que los hermanos Wachowski utilizaron en Matrix previo robo los efectos especiales que él había creado. Como es de los pocos creadores que sé que me van a ofrecer algo distinto a lo habitual, ardo en deseos de ver ese "Be Kind Rewind", su próximo film. Mientras tanto, sigamos a este lazo, qué hermoso...

Coordinador-representante-supervisor.

-Toma estos papeles...
-¿Tengo que leerlos?
-No, sólo tienes que firmarlos.
-Ya. ¿Para qué?
-Pues para que aceptes ser coordinador-representante-supervisor.
-¿Supone eso un aumento de sueldo?
-No.
-Acepto.
-Pues firma aquí, aquí y aquí.
-¿Y ahora qué tengo que hacer?
-La verdad es que nada.
-Lo suponía.

Esta conversación la tuve hace unas semanas. Desde entonces tengo tos, y mi alergia va tendiendo hacia el asma. Mi hermano me dio un codazo accidentalmente en un ojo, y un par de mosquitos me tendieron una emboscada produciéndome dos picaduras en la cara que por algún motivo hincharon y llaman terriblemente la atención. Ayer por la mañana mi coche no arrancó y llegué tarde al trabajo, y por la tarde descubrí que he perdido un libro que un amigo me prestó. De momento sigo sin coordinar-representar-supervisar a nadie, como era de esperar, y todo lo sucedido desde entonces no tiene absolutamente nada que ver con mi nuevo cargo. Nada tiene que ver con nada. Jamás.

Allen Stewart Konigsberg

Cada año celebro con alegría tres fechas:
La primera, la llegada del año nuevo, me como las doce uvas, poniendo en este acto un interés y entusiasmo remarcables. Quizás se deba a un poco de superstición de empezar el año con buen pie, o al simple reto de ser capaz de masticar a ritmo de campanada. Sospecho que me gusta el reto porque siempre lo consigo.
La segunda, mi cumpleaños, todavía es verano, y siempre me levanto poniendo la canción "Birthday" de los Beatles. Confieso que cada año que pasa hago esto con un poquito menos de emoción, y canto con menos euforia lo de "yes we're going to a party party..."
La tercera, el día que voy a ver la película anual de Woody Allen. Ya es una tradición más, algo que jamás falla, y que este año se ha producido el viernes pasado. "Scoop" es una película divertida, muy bien dialogada, con una actriz, Scarlett Johansson, que se come la pantalla, y Woody Allen en su papel de Woody Allen. Nada nuevo, pero como siempre, todo ese increíble encanto maravilloso, todo ese ingenio. Recuerdo alguna vez haber entrado en el cine realmente bajo de ánimo, decaído, y salir del encuentro con Allen absolutamente recuperado. Es ya como un viejo amigo, le agradezco todos esos buenos ratos que me ha hecho pasar, pero al mismo tiempo le echo la culpa de tantas cosas, de tener esta peculiar visión de la vida, en la que soy capaz de en un momento delicado hacer un chiste ingenioso (a veces está muy bien, pero otras merezco ser apaleado), y sobre todo de tener una visión del amor tan extraña, irreal, equivocada... Jamás me habría dejado influenciar por el típico romanticismo habitual del cine, y sin embargo, no hago más que conectar el amor con la neurosis, y me creo un profesor pseudointelectual que vive en Manhattan, recién divorciado de su esposa y que vive, con cierto cargo de conciencia, un romance con una alumna. Hace unos años, me llamaron para dar unas clases de literatura inglesa (uh, literatura, Shakespeare, Wordsworth, James Joyce, qué importante me siento). Normalmente, cuando doy clases de inglés, me quito las gafas. Para éstas, jamás lo hice.