Ni un grano de sentir
Creo que he perdido la capacidad de enamorarme. Según los estudios, el ser humano puede llegar a enamorarse como mucho tres veces en su vida. Algunos superdotados pueden llegar a las cinco, pero en ningún caso más. Yo ya agoté mi cupo, así que ya estoy vacunado y libre de todo mal de amores. Supongo que lo he malgastado, que me precipité a la hora de enamorarme. En cuanto me descuidaba, ya estaba rendido a los pies de alguien, y lo hacía con ímpetu, con una determinación que empiezo a echar de menos para cualquiera de mis actos, con una dedicación exagerada que en ningún caso podía ser devuelta. Así, ahora, por más que me esfuerce, será imposible que caiga en una pasión como la de antaño. El tiempo y el desgaste se han llevado toda esa locura. A veces, un resquicio de llama parece querer chamuscar algo por dentro, y casi sonrío, y casi me da la impresión de que se puede recobrar un brote de ilusión. Pero en seguida se extingue, y la apatía lo inunda todo de nuevo y me siento mucho más cómodo resguardándome en mi propia tripa solitaria y aislante. No me compadezcan. Yo no moriré de amor.
Labels: enfermedad, pepedanterías, secretos de confesión
1 Comments:
Si eres capaz de seguir escuchando este tipo de canciones es que no has perdido esa maravillos, a veces miserable, capacidad de ilusionarse, de enamorarse, de querer fundirse con el otro, de derretirse en su mirada instantes después de desnudarte en sus pupilas... si aún no has dejado de escuchar canciones que te hagan sentir, aún tienes esa maravillosa, a veces cruel, capacidad intacta.
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