PepeD'Antoine

Todo ayer guarda una oscura amenaza de repetirse. Da un poco de miedo pensarlo, pero tengo que aprender a vivir con esta idea. Piénsenlo, y en el fondo no será tan malo. En realidad, es un haiku.

Todo ayer guarda
una oscura amenaza
de repetirse.

Así ya no suena tan mal. Sin embargo, vivo el presente con mi memoria avanzando completamente cínica de ojos, dando muerte desconcentrada al pasado, redoblando coordenadas utópicas, echando redes a la promesa y proclamando que en los mañanas se esconde una promesa provocadora. Mi memoria se da perfectamente cuenta de que hay un haiku en sus afirmaciones.

En los mañanas
se esconde una promesa
provocadora.

Pero cómo saber qué se presenta a cada instante, si un ayer que regresa, si un mañana imprevisto. O lo que es peor, cómo distinguirlos, si mi memoria no sabrá o no querrá diferenciar, si ella interpreta sus números a su peculiar manera, tejiendo firmemente sus mentiras, o como diría ella, sus versiones tan válidas como cualquiera. Nunca sabré cuánto he olvidado ya, y de todas maneras, tienen tendencia los últimos segundos a sublevarse, para que cualquier percance ocurra, para que cualquier haiku suceda, y qué importa lo que haya ya olvidado. Estos recuerdos tendrán el mismo sino que estos olvidos.

Tienen tendencia
los últimos segundos
a sublevarse.

Estos recuerdos
tendrán el mismo sino
que estos olvidos.