Friday, September 05, 2008

Alelo 334

Acabo de leer eso de que la culpa de la infidelidad masculina la tiene este bonito gen llamado "alelo 334". Pues bueno, eso lo explica todo. Según leía la noticia, con mi habitual escepticismo crónico del que algún día moriré, iba pensando que yo debo carecer por completo de este gen, pues jamás he sido ni seré infiel a nadie...
Y de pronto, zas, la caja de los recuerdos se abrió como un resorte liberando como un muelle con muñequito burlón y saltarín la memoria de un acontecimiento pasado y vergonzoso. Como estoy que echo la casa por la ventana, se lo contaré a todos ustedes.
Hace diez años, yo tenía una novia. Vivíamos en Londres y trabajábamos en el mismo hotel. Vivíamos por el momento en casas diferentes, compartiendo piso con otras personas. Hacía yo un turno de noche en el trabajo, mientras mi novia dormía plácidamente en su cama, cuando una compañera de piso se acercó a mí para distraerme de mis ocupaciones laborales y preguntarme con su cockney acento si me parecía bien que cuando terminase mi trabajo me fuera a su cama. Supongo que fue el alelo 334 el que inmediatamente respondió que sí. El resto de la noche, en lugar de trabajar, me la pasé escuchando un debate interno extraordinario acerca de los beneficios y perjuicios de esta aventurilla que se me avecinaba. En fin, que no debía, que no, que aquello estaba muy mal, que lo lamentaría, que menudo cabrón. En fin, el alelo 334 fue implacable conmigo. Terminada mi jornada, entré en casa, me di una ducha y sin pensarlo más entré en la habitación prohibida que se me abría aquella mañana. Pero aquella cama estaba vacía. En la cama de al lado estaba dormida otra compañera de piso, pero ni rastro de la cockney girl que me había hecho la propuesta. Confuso, tratando de aplacar la líbido y el gen en cuestión, me dirigí a mi cuarto, y allí, figúrenselo, en mi cama, estaba mi chica cockney con otro tipo, afortunadamente dormidos. Cuando el alelo 334 acabó por desaparecer por completo, até cabos. Lo que me había pedido en realidad mi "flat mate" era mi habitación para no molestar a su "room mate" en su noche loca con su ligue de turno. Total, que sí, que aquel día mi alelo y yo dormimos en cama de otra, solos y alelados.

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4 Comments:

Blogger servidora said...

XDDDDD

Lo siento, entre el ataque de risa y el ataque de ternurita, no sé con cuál quedarme :-D

Friday, 05 September, 2008  
Blogger PepeDante said...

Bueno, son cosas que pasan...

Sunday, 07 September, 2008  
Blogger Laura said...

Bueno, así puedes seguir proclamando ufano que nunca has sido infiel... es más de lo que muchos podemos hacer. Aunque no estoy segura de que esa historia no cuente... :)

Monday, 08 September, 2008  
Blogger PepeDante said...

Ah, no, claro que no cuenta. Si es que además de no haberlo disfrutado me van a lapidar... Estaría bonito... :-D

Monday, 08 September, 2008  

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