Dragones Verdes
20 de mayo de 2006. No puedo dormir. Dando vueltas en cama, sólo veo pasar dragones verdes de un lado a otro. El estado es de puro histerismo. Intento calmarme, intento repetirme a mí mismo que sé lo que quiero, que estoy convencido. Y es cierto, lo sé, lo estoy. Sólo me da miedo el pensar que algo pueda salir mal. En mi cabeza suena la canción que desencadenó todo, la que todavía lo dice todo. Pedro lo dice claramente: "tendré dragones verdes mirando en otros ojos" y eso es lo que quiero. Sin haber pegado ojo en toda la noche, al día siguiente sigo plagado de electricidad. No como, lo único que soy capaz de hacer es reir y hablar hasta la sinrazón. Por fin, a las cinco de la tarde, me acuesto en la camilla, expongo mi pierna, y durante dos horas soporto estoicamente el molesto contacto de las agujas. Al finalizar, mis expectativas se ven hasta superadas. Mi dragón es fantástico y tengo que contener las ganas de besar a la tatuadora.
Dragones Verdes
Tendré dragones verdes mirando en otros ojos,
da igual si son rebeldes o tienden al reposo,
serán dragones verdes más claros más oscuros,
saldrá de nuevo el sol y de eso estoy seguro.
Tendré promesas nuevas alimentando el verbo
y todas las estrellas y el cielo de los cielos,
haré canciones buenas de nuevo en el nosotros
y juntaré la arena y reviviré, supongo.
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el amor que vuela
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el dolor que queda
Diciendo adiós, diré qué pena, qué pena.
Qué pena.
Habrá de nuevo un bosque donde mojar los labios,
un beso que me nombre y primavera en mayo,
daré lo que ya he dado y lo que está por verse,
el tiempo y el espacio habrán de resolverse.
Tendré dragones verdes mirando en otros ojos,
reflejos transparentes donde entenderlo todo,
el mundo no se acaba donde se acaba un beso,
encontraré las alas para volar de nuevo.
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el amor que vuela
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el dolor que queda
Diciendo adiós diré qué pena, qué pena.
Qué pena.
Pedro Guerra
Dragones Verdes
Tendré dragones verdes mirando en otros ojos,
da igual si son rebeldes o tienden al reposo,
serán dragones verdes más claros más oscuros,
saldrá de nuevo el sol y de eso estoy seguro.
Tendré promesas nuevas alimentando el verbo
y todas las estrellas y el cielo de los cielos,
haré canciones buenas de nuevo en el nosotros
y juntaré la arena y reviviré, supongo.
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el amor que vuela
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el dolor que queda
Diciendo adiós, diré qué pena, qué pena.
Qué pena.
Habrá de nuevo un bosque donde mojar los labios,
un beso que me nombre y primavera en mayo,
daré lo que ya he dado y lo que está por verse,
el tiempo y el espacio habrán de resolverse.
Tendré dragones verdes mirando en otros ojos,
reflejos transparentes donde entenderlo todo,
el mundo no se acaba donde se acaba un beso,
encontraré las alas para volar de nuevo.
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el amor que vuela
Y entonces volveré a pensar en ti, y en el dolor que queda
Diciendo adiós diré qué pena, qué pena.
Qué pena.
Pedro Guerra
Labels: música, secretos de confesión
posted by PepeDante at 11:23 PM
12 Comments:
...Es tan impropio de ti. Es como si hubieses dado un giro de 360º...
Mu bonito lo del dragón verde, muy interesante, pero a mi casi me interesa más la historia de la tatuadora. ¿Le atacaste al fin? ¿Tragó? ¿Acaso ya estaba pillada? No me dejes sin el final de esta apasionante historia. Porfa.
Ya estamos con los giros y con el sexo. Lo he explicado antes. Camino en un carrusel (metáfora para la vida) que gira en sentido contrario a la misma velocidad que mis pasos. El carrusel da una vuelta completa (360º). Como resulta que el carrusel tiene un radio (metáfora para el sexo) de la misma longitud que mi nariz, en el momento en que el carrusel se detiene, yo me detengo simultaneamente con el resultado de que mi nariz ha recorrido 360º y yo no me he movido. Debido al mareo, no recuerdo nada más
...Es tan impropio de ti. Es como si hubieses dado un giro de 360º...
Me conmueves, gracias ;-)
Ahora entiendo mejor el tatuaje, no es el dibujo en sí, es todo lo que representa. Igual deberías haber besado a la tatuadora, igual todos deberíamos dejarnos llevar en un momento determinado, dar uno de esos besos de película que nos pueda cambiar el mundo, uno de esos que nos lo ponga upside down, pero dejamos pasar el momento y luego los que estamos upside down somos nosotros...
Let it flow... (It rings a bell...)
Petición:
llevo pensando en la letra de la canción toda la mañana y en cómo sonará, crees que podrías download it como con las otras? It´ll be terrific!;-) thanks!
Ya estamos levitando. Todo muy moderno, muy "new age", pero no me entero de nada. Al final no se , si es que estabas escuchando Carrusel en la radio, con Pepe Domingo Castaño, si te has metido 360 gramos de no se que en la nariz y que te has mareado ( normal, ¡hay que ser bestia!). Todo muy complicado para mi mente simple.
De la tatuadora,que es lo que me importa, sin noticias.
Efectivamente, Venezziano, no te has enterado de nada, si "new age" es lo que se te ocurre para definir cualquier cosa que se haya escrito aquí. Cuidado con el aterrizaje después de la levitación, a ver si hay suerte y caes en la web de Marca, donde sin duda estarás más a gusto.
Pepedante no me quiere. Con delicadeza me insinua no solo la puerta de salida, sinó un destino acogedor. Cojo el hatillo, el palito y el bombo y me voy de barra brava a cualquier sitio del lumpen cultural de la red, a lugares más adecuados a lo elemental de mis emociones. Solo queria echar unas risas, y compartirlas. Solo queria que me quisieran. Pero no te preocupes Pepedante. ¡No sois vos,soy yo!
Oh, vamos, vamos, ovejilla descarriada, vuelve al redil. Sabes que en el fondo, aunque nos molestan tus sonoros ronquidos y tus bromas pesadas, no nos acostumbraríamos a vivir sin ellos. Qué sería de nosotros si nos faltaran todos esos entrañables malapropismos con que nos deleitas. Escucha el clamor del rebaño... quiero decir, de la congregación: "¡te queremos, venezziano!". (deja 100 euros en el platillo de la entrada para otra dosis de amor que necesites).
El tema da para mucho!
Gracias por tu condescendencia. Ya se que arrepentidos los quiere el Señor, pero miro dentro de mi y aún no estoy lo suficientemente arrepentido. Necesito más penitencia, para que tan exquisita congregación me acoga en su seno, sin reservas, sin prevención alguna. Prometo intentarlo hasta reformarme, sin desmayo, sin descanso.. Quizás entonces vuelva, si tu piadoso regazo todavia está dispuesto para acogerme.
Además, con esa tarifa, lo que sobra es gente que me de un poco de amor.
ARRIVEDERCI, CARO AMICO. (lo de caro, nunca más merecido)
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