Ni Todo Lo Contrario
Es cierto, la alegría me dura el tiempo que tardo en acostumbrarme a ella. Luego se va, en algún momento de la noche desaparece sin que yo me dé cuenta, hasta la mañana siguiente, en que me falta la sonrisa.
Con la tristeza, ocurrió al revés: fue ella la que se acostumbró a mí. Hasta entonces, le había durado un buen rato. Esta vez fui yo el que se marchó, de un portazo rebelde que secó mil lágrimas.
Ahora, ambas se han olvidado de mí, se acostumbran la una a la otra, se duran, su funden mútuas en el tiempo, entre risas, entre lamentos...
ni triste ni alegre ni mucho ni poco ni débil ni fuerte ni cuerdo ni loco
Con la tristeza, ocurrió al revés: fue ella la que se acostumbró a mí. Hasta entonces, le había durado un buen rato. Esta vez fui yo el que se marchó, de un portazo rebelde que secó mil lágrimas.
Ahora, ambas se han olvidado de mí, se acostumbran la una a la otra, se duran, su funden mútuas en el tiempo, entre risas, entre lamentos...
ni triste ni alegre ni mucho ni poco ni débil ni fuerte ni cuerdo ni loco
Labels: pepedanterías
1 Comments:
La alegría viene y va pero se va más que viene y cuando viene, viene para irse, no para quedarse, la alegría ni viene, ni va,, ni sale, ni entra, ni se queda ni vuelve, ni retrocede, ni avanza, ni ve House, ni ve Anatomía de Grey...
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