PepeDantofilia
Qué derroche, qué frenético, qué sin frenos. Mi lengua no se detiene una vez que ha empezado, y el día sucumbe a todo mi palabrerío. Yo sé que algunos no se paran, porque no lo saben hacer, pero otros escuchan, y entre ellos los hay que llegan a comprender, y qué afortunados, pues tras toda mi palabra se oculta todo un significado pertinente, sutil, una solución compleja a cualquier enigma sencillo, una pregunta para una respuesta que nadie ha dado. Cae la lluvia y soy la lluvia, se empapa de mí el aire, me siguen los susurros de los coches aparcados, aceleran mis pies en su camino hacia la noche y en mi ombligo se genera un microcosmos digno de análisis, de églogas, de distinguido público. En mi sonrisa hay un discurso, una declaración de intenciones, un rito élfico, y a su vez, una paradoja sensual e hipnótica, como el océano Índico, como los ojos de un tigre que ha alcanzado la inmortalidad. La noche me corresponde, y yo, sin palabras, la asumo entre mis dedos, sin arrogancias, pues nos hemos fundido demasiadas veces, si ella es misterio, yo soy el suyo. Qué más puedo pedir, si seré el día cuando amanezca, mis palabras de nuevo ajustarán los errores de los mapas, las dioptrías del destino, y hasta a veces mi silencio lo responde.
Labels: mi otro yo
3 Comments:
Prepárate para una descarga de adrenalina incontrolable. Porque a partir del 1 de Diciembre, mi blog semanal/mensual/casual se convertirá en un blog de narración diaria. Ya estoy planteando todos los preparativos... dentro de un mes... se abrirá el telón...
Vaya, no me digas que tú también has capturado una iguana.
Mejor todavía, un Dragón de Comodo
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