Otredad
Quién me iba a decir que iba a estar así de triste, que ni siquiera es una tristeza propia. Esto de tener la tristeza de otro es tan confuso... es una tristeza que yo describiría como de domingo, o de lagarto, aunque no sé qué lagarto, porque no es ninguno de mis lagartos, a mí no me pregunten.
Lo más fastidioso es que temo que cuando recobre la alegría, también sea la alegría de otro, y me vea describiendo una alegría de viernes ajeno, tal vez de pingüino, y tendré que pedir que me definan pingüino, y que me definan cualquier concepto obvio aunque defamiliarizado, para conseguir de una vez por todas adaptarme a esta Otredad.
Lo más fastidioso es que temo que cuando recobre la alegría, también sea la alegría de otro, y me vea describiendo una alegría de viernes ajeno, tal vez de pingüino, y tendré que pedir que me definan pingüino, y que me definan cualquier concepto obvio aunque defamiliarizado, para conseguir de una vez por todas adaptarme a esta Otredad.
Labels: mi otro yo
4 Comments:
Natsu Kyôbô...
es que aún no me lo creo.... supongo que serás de los defensores de la canción Conichigua - Sayonara ¿no?
Tú eres de los que dicen que la compusieron antes que los beatles ¿no? Si es que de verdad...
...por el monte las sardinas. La relación de todos estos grupos japoneses con los Beatles ha sido siempre muy compleja. Su nombre les confundía... Bea-tles... Pues yo veo- cuatlo, decían siempre, los muy japoneses.
Oh, dios, nunca quise hacer semejante chiste en este mi blog. Por favor, abuchéenme.
Mereces salir en un capitulo de Seinfeld... xDDDD
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