Retórica
Mi mano hace demasiadas preguntas. Algunas no alcanzo a comprenderlas; otras ignoro su respuesta; a la mayoría me niego a responder. Pero eso a mi mano no le importa, pues ella se contenta con enfundarse en su guante retórico, con dirigirse al mundo entre interrogaciones, y con que le digan lo único que mi mano quiere oír: "qué buena pregunta".
Labels: mi otro yo
2 Comments:
¿Recuerdas aquella peli de Michael Caine, la de la mano que le llevaba a hacer cosas que no quería? ¡qué miedo! mientras solo te haga preguntas seguiremos vivitos y coleando.
Oh, sí, de las primeras de Oliver Stone... Creo que fue mi mano y no yo la que la escogió aquel día en el video-club.
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