Acertijo
Acostado en el sofá, mi hermano me grita:
-¿Me preparas un colacao con galletaaas?
-Si resuelves este acertijo- digo yo. -Si no, me lo preparas tú a mí.
-Vale -dice él.
-Muy bien. Cuatro niños van a casa de un brujo. El brujo da a cada niño un papel en el que aparece un número. Según el brujo, el número representa los años que les queda de vida a cada uno. Los números son 8, 16, 32 y 64. Los niños regresan a su casa, bastante asustados, y el niño al que le tocó el número 8, especialmente triste.
Pasaron 8 años, pero ese niño no muere. Sin embargo, los otros tres mueren según el año que el brujo predestinó. 64 años después de la visita al brujo, en el entierro de su último amigo, el niño al que le tocó el número 8, ahora un viejo, recuerda todo lo sucedido, y de repente, comprende asombrado. ¿Qué es lo que ocurrió? ¿Se equivocó el brujo con los números?
-¿Me haces un colacao?- repite mi hermano.
-Si resuelves el acertijo.
-Muy fácil. El niño leyó el número torcido. No era un 8. Era el infinito, era inmortal.
-¿No te llama la atención que cada número fuera el doble que el anterior?
-No. Que sea un colacao con 8 galletas. No infinitas, ¿eh?
-¿Me preparas un colacao con galletaaas?
-Si resuelves este acertijo- digo yo. -Si no, me lo preparas tú a mí.
-Vale -dice él.
-Muy bien. Cuatro niños van a casa de un brujo. El brujo da a cada niño un papel en el que aparece un número. Según el brujo, el número representa los años que les queda de vida a cada uno. Los números son 8, 16, 32 y 64. Los niños regresan a su casa, bastante asustados, y el niño al que le tocó el número 8, especialmente triste.
Pasaron 8 años, pero ese niño no muere. Sin embargo, los otros tres mueren según el año que el brujo predestinó. 64 años después de la visita al brujo, en el entierro de su último amigo, el niño al que le tocó el número 8, ahora un viejo, recuerda todo lo sucedido, y de repente, comprende asombrado. ¿Qué es lo que ocurrió? ¿Se equivocó el brujo con los números?
-¿Me haces un colacao?- repite mi hermano.
-Si resuelves el acertijo.
-Muy fácil. El niño leyó el número torcido. No era un 8. Era el infinito, era inmortal.
-¿No te llama la atención que cada número fuera el doble que el anterior?
-No. Que sea un colacao con 8 galletas. No infinitas, ¿eh?
Labels: secretos de confesión
10 Comments:
Yo tendria que haber preparado el colacao... no se me dan nada bien los acertijos!!!
Qué hábil mi primo... como le "dio la vuelta" al acertijo...
Mi hermano es capaz de hacer cualquer cosa por que le preparen un colacao con galletas, hasta adivinar acertijos.
Ahí va otro: encima de la mesa hay una reunión de moscas y mariposas intentando recomponer sus relaciones. En total hay seis moscas y cinco mariposas. Entonces aparezco yo con el "Fotogramas", doy un golpe y mato a dos moscas y a cinco pobres mariposas. Pregunta: ¿cuántos insectos quedan en la mesa?
¿SEIS MOSCAS Y CINCO MARIPOSAS?
Aunque también depende de la portada que tuviese el fotogramas...
Define "dar la vuelta"...si es poner arriba lo que está abajo y viceversa, entonces el 8 quedaría igual (si acaso algo deformado, pero nunca un infinito) y eso sería dar media vuelta. Si da la vuelta entera quedaría como estaba al principio. Así que tu hermano debería darle un cuarto de vuelta al papel :-P
Lo que hizo mi hermano fue darle la vuelta entera. Mientras hacía esto vio pasar el infinito dos veces (el infinito y el menos infinito, quizás), y así dio con la respuesta. Es decir, la descubrió por casualidad, que es como se han hecho la mayoría de descubrimientos importantes.
Más que vueltas, tu hermano hace "loopings"... ¿Qué pasó con las moscas?
Eso, ¿qué pasó con las moscas?
Pero... los infinitos pasaron por tu hermano o tu hermano pasó por los infinitos?
Dijiste que había seis moscas o infinitas moscas?? Esto es un caos... pero eso sí, muy limpito y muy preciso
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