Monday, December 11, 2006

Proscrito

Qué error, qué terrible equivocación. Era domingo por la mañana, y no estaba completamente despierto, no era muy consciente de lo que hacía. Había salido de casa con esa bolsa llena de envases ligeros y plásticos, y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, la había depositado en el contenedor para el cartón y el papel. Desperté de golpe. Miré a mi alrededor, rezando por que nadie me hubiese visto. Pero allí estaba ya todo el vecindario, escandalizado ante mi tremendo acto. Una señora había tomado fotografías. Un señor me llamaba irresponsable, otro llamaba por su móvil a un señor que "resuelve problemas". Decenas de dedos me acusaban. "Saboteador, terrorista", gritaban los vecinos. Salí huyendo ante el indignado gentío, intentando ocultarme de sus ojos, de sus voces enrabietadas. Desde entonces soy un proscrito.
Por las noches surjo de la oscuridad entre los contenedores de reciclaje, recogiendo cualquier papelillo o trozo de plástico para depositarlo en el contenedor correcto. Nada se me escapa, limpio la ciudad y lleno los contenedores para expiar mi pecado, para limpiar mi culpa, y volver a ser un miembro de la sociedad, aceptado y respetable. Pero quizá no lo consiga nunca. Quizá debería abrir el contenedor de deshechos orgánicos y desaparecer para siempre.

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1 Comments:

Blogger Paperback said...

Ten cuidado de que sea Luna LLena

Tuesday, 12 December, 2006  

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