hipótesis sobre la sordera

que se calle este silencio histérico
que baje ya sus cejas de Jack Nicholson
que se le agriete al aire
que desempañe su bola de cristal y vea su destino arrugado e inevitable
que acorte sus distancias y se pliegue en mi torso
que amordace sus buitres y afine sus grillos
que se equivoque y me confunda con su coartada
(y yo le escupiré mi sonrisa de De Niro, aunque mucho más murciélago y beltenebros)
que se cuaje la sangre que exprime a las paredes de mi cuarto
que tenga razón y yo sea sordo