Veamos Algo Horrible
Además de ése de escribir sonetos, tengo otro mal hábito. Éste, más que malo, es fatal. Veo una y otra vez películas que odio profundamente. No son actos demasiado premeditados, ni siquiera son demasiado conscientes. Supongo que es debido a cierta tendencia masoquista que subyace en mi voluble criterio cinéfilo (cinéfago). Pero es así. Pongamos por caso una película que no puedo soportar, como "El Piano". Pues bien, habré visto esta película unas ocho veces. No lo puedo evitar. Al principio era algo así como "démosle otra oportunidad". Después se convirtió en "vaya, a ver si sigue siendo tan horrenda". Con el tiempo se fue convirtiendo en "a ver si todavía me sigue cabreando tanto". Ahora ya es una tradición el verla cada vez que tengo oportunidad. Y así sucede con unas cuantas películas que encuentro insufribles. Me siento delante de la pantalla y paso dos horas realmente malas, pero eso sí, regodeándome en mi sufrimiento y desesperación.
Tengo que aclarar que este tipo de películas pertenece a una clase bastante selecta, que no me refiero a cualquier pasarrato absurdo americano de tiros o comedia sin gracia. No tengo tiempo para eso, me dejan totalmente indiferente, no me aportan absolutamente nada. A lo que yo me dedico es a sufrir con una de esas buenas películas espantosas, con altas pretensiones, ésas que de ningún modo podrían dejarme indiferente porque me dan ganas de apalear a los actores y ahorcar a los torturadores responsables. Definitivamente, prefiero sufrir a no sentir nada, supongo que es una manera más de sentirme vivo.
Tengo que aclarar que este tipo de películas pertenece a una clase bastante selecta, que no me refiero a cualquier pasarrato absurdo americano de tiros o comedia sin gracia. No tengo tiempo para eso, me dejan totalmente indiferente, no me aportan absolutamente nada. A lo que yo me dedico es a sufrir con una de esas buenas películas espantosas, con altas pretensiones, ésas que de ningún modo podrían dejarme indiferente porque me dan ganas de apalear a los actores y ahorcar a los torturadores responsables. Definitivamente, prefiero sufrir a no sentir nada, supongo que es una manera más de sentirme vivo.
Labels: cine, enfermedad, mi otro yo
4 Comments:
¡Si tuviera talento te abrazaría! :-D
servidora, peleándose con el blogger beta este...
Pues ya verás lo que pasa cuando la veas por novena vez!!
Es preferible estar muerto a ver "El Piano" ocho veces.
Saludos
Es preferible estar muerto a ver a El Piano, Memorias de Africa, El turista accidental, El príncipe de las mareas, El desierto rojo, Caballero sin espada, Las Horas, Una habitación con vistas. No sé cuál de ellas ver hoy, a ver hasta donde puedo llegar.
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