Saltémonos unos cuantos semáforos.
Dada la situación, no me quedaba otra opción más que rendirme.
-¡Tranquilos! -exclamé. -¡Estoy desarmado!
Entonces se acercaron lentamente, colocaron mi cabeza sobre mis hombros, cosieron mis extremidades inferiores, ensamblaron mis brazos y me pegaron la nariz. Me armaron correctamente y ahora soy uno de ellos.
Lo mejor de ser parte de la Santa Compaña es sin duda que nos saltamos los semáforos.
-¡Tranquilos! -exclamé. -¡Estoy desarmado!
Entonces se acercaron lentamente, colocaron mi cabeza sobre mis hombros, cosieron mis extremidades inferiores, ensamblaron mis brazos y me pegaron la nariz. Me armaron correctamente y ahora soy uno de ellos.
Lo mejor de ser parte de la Santa Compaña es sin duda que nos saltamos los semáforos.
Labels: pepedanterías
1 Comments:
Y si esa Santa Compaña va en un Ford Fiesta con destino Caneliñas y música de persecución de fondo ya es el no va más :-D
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