Disimulando yolandas con giocondas
...ground control to major Tom...
...ground control to major Tom...
Ah, sí. Al parecer hace unos días escribí un nombre en este blog. Creo que Yolanda. Esto ha levantado cierto revuelo, y más de uno me ha preguntado que quién es esa Yolanda que me deja en ese estado de inarticulación verbal y estupidez tan impropia. Entonces a mí me da por disimular, qué quieren que haga, tratar de olvidar el trance y mi fracaso en aquella maldita encerrona. ¿Yolanda? Un puro personaje de ficción, tan ficticio como tú y yo, qué pensabas. ¿Yolanda? Sí, claro, Yolanda Castaño, a ésa me refería, poeta gallega, presentadora de televisión de Cifras e Letras. Tiene su aquél la niña, hasta me gustaron algunos poemas suyos, incluso me gustó más verla hace años en un recital de poesía en la facultad... A mi abuela no le gusta nada. Le llama "la Gioconda". Según dice, se le parece. Pero bueno, nada que ver, como ven.
Permitan que me siga yendo por las ramas y mantenga a perpetuidad este creativo disimulo. El viernes, tras ver que me había quedado sin entradas para Iván Ferreiro, me fui a la FNAC, y vean lo que son las cosas, me encontré un libro de una poeta que en verdad se llama Gioconda. Gioconda Belli. "Fuego soy, apartado y espada puesta lejos" es el título del fascinante libro que acabé por comprar. Dulcemente me mata Gioconda, contando mi vida con sus palabras... ejem. Su lenguaje simple habla del cuerpo, del paso del tiempo, de la soledad y de la creatividad con una precisión inusitada. Con su libro entre las manos me senté en un banco frente al puerto de Coruña, encontrándome a mí mismo entre los versos de la poeta nicaragüense, olvidando Yolandas reales o ficticias. Esta vez no había tartamudeos, ni bocas secas, las palabras brotaban ágiles y exactas desde las páginas hasta el aire de la noche a través de mis labios. Qué necesidad habría ya de disimular nada, me preguntaba, pero claro, qué otra cosa sé hacer yo. Miren, miren, floto de una manera muy peculiar...
Can you hear me major Tom?
Can you hear me major Tom?
...ground control to major Tom...
Ah, sí. Al parecer hace unos días escribí un nombre en este blog. Creo que Yolanda. Esto ha levantado cierto revuelo, y más de uno me ha preguntado que quién es esa Yolanda que me deja en ese estado de inarticulación verbal y estupidez tan impropia. Entonces a mí me da por disimular, qué quieren que haga, tratar de olvidar el trance y mi fracaso en aquella maldita encerrona. ¿Yolanda? Un puro personaje de ficción, tan ficticio como tú y yo, qué pensabas. ¿Yolanda? Sí, claro, Yolanda Castaño, a ésa me refería, poeta gallega, presentadora de televisión de Cifras e Letras. Tiene su aquél la niña, hasta me gustaron algunos poemas suyos, incluso me gustó más verla hace años en un recital de poesía en la facultad... A mi abuela no le gusta nada. Le llama "la Gioconda". Según dice, se le parece. Pero bueno, nada que ver, como ven.

Permitan que me siga yendo por las ramas y mantenga a perpetuidad este creativo disimulo. El viernes, tras ver que me había quedado sin entradas para Iván Ferreiro, me fui a la FNAC, y vean lo que son las cosas, me encontré un libro de una poeta que en verdad se llama Gioconda. Gioconda Belli. "Fuego soy, apartado y espada puesta lejos" es el título del fascinante libro que acabé por comprar. Dulcemente me mata Gioconda, contando mi vida con sus palabras... ejem. Su lenguaje simple habla del cuerpo, del paso del tiempo, de la soledad y de la creatividad con una precisión inusitada. Con su libro entre las manos me senté en un banco frente al puerto de Coruña, encontrándome a mí mismo entre los versos de la poeta nicaragüense, olvidando Yolandas reales o ficticias. Esta vez no había tartamudeos, ni bocas secas, las palabras brotaban ágiles y exactas desde las páginas hasta el aire de la noche a través de mis labios. Qué necesidad habría ya de disimular nada, me preguntaba, pero claro, qué otra cosa sé hacer yo. Miren, miren, floto de una manera muy peculiar...
Can you hear me major Tom?
Can you hear me major Tom?
Labels: enfermedad, palabras, pepedanterías, secretos de confesión
3 Comments:
Here am I floating round my tin can
Far above the moon
Planet earth is blue
And theres nothing I can do...
:-)
Disimula conmigo, Servidora. :-)
Creo que desde ahora admitiré tener el síndrome de comandante Tom, flotando, viendo las estrellas y el planeta tierra y no me da la gana de regresar a él.
A mí no me importaría quedarme por allí, desde luego :-)
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