Wednesday, October 15, 2008

Malade ou Maladroit

Quizás no lo sepas. El sábado me levanté con migrañas. Me duraron todo el día, empeorando cada vez que me quedaba irremediablemente dormido y despertaba a los cinco minutos con estrepitosas detonaciones en la cabeza. Las migrañas se deben en teoría a cierto trastorno de los horarios, a dormir a horas inconvenientes, más de la cuenta, o menos, según se mire. Estos dolores de cabeza se pasan al cabo de varias horas tras tomarme un medicamento llamado Zomig.

Probablemente tampoco sabes, y por eso te lo cuento, que el domingo desperté con un fuerte catarro, sin apenas fuerzas para levantarme de cama, con un dolor de garganta seco que derivaba en una tos desagradable, aderezado con húmedos y verdescentes estornudos, mareos y cansancio. Este lamentable estado se debe a una exposición insensata a unos cambios de temperatura peculiares que se están produciendo entre el día y la noche que me conducen a soportar un incómodo calor a ciertas horas del día y a pelarme de frío en algunos momentos de la noche. Este malestar general se alivia con un caliente frenadol al limón de sabor más bien malo.

Y con toda seguridad tampoco sabes que desde hoy sufro unos dolores neurálgicos en la parte de atrás de la cabeza. Acuden cada quince segundos, como una aguja puntual y punzante, un dolor agudo e inoportuno en su constancia que amenaza con expandirse y ocupar más espacio craneal. Estoy convencido de que se deben a un estado de estrés o de ambigua ansiedad y nerviosismo producidos por las tonterías y sinsentidos que ocurren en mi puesto de trabajo últimamente. En cualquier caso, el dolor de estos pinchazos se ve paliado con una gragea de valeriana.

Pero lo que sin duda no sabes, y nunca sabrás porque yo no lo sabré decir, es que estoy verdaderamente enfermo en cada momento en que me faltas, que todo yo soy mi propio dolor en exclusividad, expandiéndome, patentándome, me gangreno ante tu ausencia, soy la anemia de mi destino. El remedio a todo esto está en admitir que no es cierto, que no soy más que un hipocondríaco, que en el fondo esto no es enfermedad, sino torpeza en expresarme... Pero esto, todo esto que trato de no decirte, es algo que tú no sabrás nunca, y por lo tanto, no habrá remedio.

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.