Magritte Vs. Lynch
Últimamente me duermo en imágenes de René Magritte. No sé si sueño lo que él pintó o es que Magritte pintó lo que yo estoy condenado a soñar. Y según lo sueño, todo recobra una lógica aplastante, como si en efecto no se pudiese soñar otra cosa.
En cambio, David Lynch ha filmado más de una vez cualquier episodio de mi vida cotidiana, llena de cortinas rojas y desorientación. Cuanto más irreales y oníricas son sus secuencias, más se parecen a mi vida y más pavor me causan.
Labels: enfermedad, mi otro yo, secretos de confesión
4 Comments:
Te debo una referencia bibliográfica :-)
Y voy a tener pesadillas por tu culpa ;-)
Si aparezco en alguna pesadilla de esas espero hablar bien y que no necesites subtítulos para entenderme :-)
Es curioso, comentando esta entrada con Marte, caí en que servidora no ha visto Twin Peaks. Y casi que creo que paso ;-)
Yo no la vi en su momento, la vi ahora toda junta, y pasé una semana de pura diversión. No es tanto el misterio, ni el derroche de fantasía, ni el impacto visual tan típico de Lynch. Es el humor absurdo y hasta canalla que destila. Es evidente que en la segunda temporada se pierde mucho del gancho que tenía la primera, pero sigue siendo todo un ejercicio de delirio y tomadura de pelo delicioso. Y bueno, nunca sabrás quién mató a Laura Palmer... Hmmm, ahora que lo pienso... ¡Yo tampoco! Jajaja.
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