Psicomagia
Al inconsciente le es más fácil comprender el lenguaje onírico que el lenguaje racional. Éste es uno de los postulados de la psicomagia, técinca curativa de Alejandro Jodorowsky, para mediante una "performance" poder sanar "traumas psicológicos". Antes de seguir leyendo, sería mejor pinchar aquí.
Hace muchos muchos años, estuve enamoradísimo. Como no pudo ser de otra manera, todo desembocó en catástrofe y mi desbocado amor no me aportó más que dolor y sufrimiento. Aún hoy es el día en que despierto confundido recordando aquel rostro y todavía hay quien encuentra en mi mirada un lejano viso de inevitable tristeza.
Reunido en el templo el comité de sabios (un par de amigos y yo en un bar), decidimos que es hora de que esta dolencia llegue a su fin, y que debemos buscarle solución ipso facto. Se propone realizar un acto de psicomagia y se acuerda que sería una buena solución incinerar algo que me recuerde a la persona en cuestión, para que así mi inconsciente entienda que se ha destruído ese nudo gordiano que me maniata. He de quemar una prenda que me recuerde a esa persona: Una Corbata. Será en un lugar relevante: El Instituto de Bachillerato (ya digo que fue hace mucho mucho tiempo). En fin, el acto consistirá en quemar una corbata en el patio del instituto a las doce de una noche de luna llena (lo de la hora y la luna es para añadir teatralidad y poder convencer mejor a mi inconsciente). Sin embargo, un miembro del comité discrepa. La "performance" le parece inútil, pues no es lo suficientemente radical. Quemar una corbata no le parece suficiente, y debería quemar todo aquello que guarde alguna relación con mi pasado y perdido amor: cartas, fotos, un papel con su nombre escrito diez mil veces. A continuación debería recoger las cenizas y frotarme con ellas los genitales. Sólo así me aseguraría de romper el nudo gordiano y de que apareciese una nueva dimensión en mi personalidad y empezar el camino de curación. Todo el comité aplaude esta propuesta, y se decide una fecha para efectuar el rito.
Toda la semana se gasta en rebuscar en el pasado, papeles, cartas, fotos, corbatas, neuronas, regalos, en fin, todo aquello que arda bien. También, cómo no, busqué algún motivo para no hacer todo esto, pero me parecía que no había vuelta atrás, que todo aquello era para mi propio bien, adecuado, lógico, con coherencia terapéutica. Hasta que encontré este aviso.
CUALQUIER PERSONA QUE SE DECLARE PSICOMAGO O PROPONGA CONSEJOS DE PSICOMAGIA ES UN MENTIROSO. LA PSICOMAGIA, AUNQUE TENGA RASGOS HUMORÍSTICOS Y SURREALISTAS, ES UN ÚTIL DE TERAPIA EN EXTREMO PELIGROSO. NECESITA AÑOS DE ESTUDIO. POR EL MOMENTO SÓLO YO, MI HIJO CRISTÓBAL SOL Y MI ESPOSA MARIANA COSTA, PODEMOS EJERCER LA PSICOMAGIA. NO EXISTE NINGUNA ESCUELA DE PSICOMAGIA QUE YO HAYA AUTORIZADO. LOS QUE ANUNCIAN ESTA ESCUELA O SON INGENUOS O SON ASTUTOS COMERCIANTES.
ALEJANDRO JODOROWSKY
Así que creo que mejor será abandonar mis diletantes planes y ponerme en manos de un especialista. Quiero decir de El Especialista. Un tipo genial y loco a partes iguales. En sus manos estoy.
Hace muchos muchos años, estuve enamoradísimo. Como no pudo ser de otra manera, todo desembocó en catástrofe y mi desbocado amor no me aportó más que dolor y sufrimiento. Aún hoy es el día en que despierto confundido recordando aquel rostro y todavía hay quien encuentra en mi mirada un lejano viso de inevitable tristeza.
Reunido en el templo el comité de sabios (un par de amigos y yo en un bar), decidimos que es hora de que esta dolencia llegue a su fin, y que debemos buscarle solución ipso facto. Se propone realizar un acto de psicomagia y se acuerda que sería una buena solución incinerar algo que me recuerde a la persona en cuestión, para que así mi inconsciente entienda que se ha destruído ese nudo gordiano que me maniata. He de quemar una prenda que me recuerde a esa persona: Una Corbata. Será en un lugar relevante: El Instituto de Bachillerato (ya digo que fue hace mucho mucho tiempo). En fin, el acto consistirá en quemar una corbata en el patio del instituto a las doce de una noche de luna llena (lo de la hora y la luna es para añadir teatralidad y poder convencer mejor a mi inconsciente). Sin embargo, un miembro del comité discrepa. La "performance" le parece inútil, pues no es lo suficientemente radical. Quemar una corbata no le parece suficiente, y debería quemar todo aquello que guarde alguna relación con mi pasado y perdido amor: cartas, fotos, un papel con su nombre escrito diez mil veces. A continuación debería recoger las cenizas y frotarme con ellas los genitales. Sólo así me aseguraría de romper el nudo gordiano y de que apareciese una nueva dimensión en mi personalidad y empezar el camino de curación. Todo el comité aplaude esta propuesta, y se decide una fecha para efectuar el rito.
Toda la semana se gasta en rebuscar en el pasado, papeles, cartas, fotos, corbatas, neuronas, regalos, en fin, todo aquello que arda bien. También, cómo no, busqué algún motivo para no hacer todo esto, pero me parecía que no había vuelta atrás, que todo aquello era para mi propio bien, adecuado, lógico, con coherencia terapéutica. Hasta que encontré este aviso.
CUALQUIER PERSONA QUE SE DECLARE PSICOMAGO O PROPONGA CONSEJOS DE PSICOMAGIA ES UN MENTIROSO. LA PSICOMAGIA, AUNQUE TENGA RASGOS HUMORÍSTICOS Y SURREALISTAS, ES UN ÚTIL DE TERAPIA EN EXTREMO PELIGROSO. NECESITA AÑOS DE ESTUDIO. POR EL MOMENTO SÓLO YO, MI HIJO CRISTÓBAL SOL Y MI ESPOSA MARIANA COSTA, PODEMOS EJERCER LA PSICOMAGIA. NO EXISTE NINGUNA ESCUELA DE PSICOMAGIA QUE YO HAYA AUTORIZADO. LOS QUE ANUNCIAN ESTA ESCUELA O SON INGENUOS O SON ASTUTOS COMERCIANTES.
ALEJANDRO JODOROWSKY
Así que creo que mejor será abandonar mis diletantes planes y ponerme en manos de un especialista. Quiero decir de El Especialista. Un tipo genial y loco a partes iguales. En sus manos estoy.
Labels: enfermedad, secretos de confesión
2 Comments:
Como parte del comité de sabios reunido aquel día en tan magno evento, reitero mi postura acerca del señor Jorodowski: el tío pretende retener el monopolio de la psicomagia, exprimir él sólo la gallina de los huevos de oro, eliminar cualquier competencia.
Así que, deberías de fijar una nueva fecha para celebrar el manido acto iniciático con destino una nueva etapa vital.
¡He dicho!
Como suelo decir, uno no puede ejercer sin estar colegiado, así que o nos sacamos los títulos de psicomagos o yo me niego a hacer el ridículo así por las buenas.
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