Fiona (niña marciana 2)
Y entonces no sé si va a susurrarlo de nuevo, si va a gritarlo, si va a asfixiarse, a morirse o a echarse a llorar. Pero se calla, y lo dice todo con unos ojos llenos de sabia locura, creyéndese y haciéndome creer cada palabra de Elvis Costello como si fuesen el relato de su propia vida, de mi propia vida, quiero decir. Su congoja es ya mi congoja, y tan sólo me queda agradecérselo o reprochárselo, aunque quizás no lo entendiese, pues puede que eso sea lo normal para una niña marciana. Fiona Apple. Tómenselo con calma hasta el final.
Labels: música
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