Monday, October 18, 2010

Sobre el pasmo o la estupidez

Hacía tiempo que todo se reducía a mantenerme al control de la calma. Yo decidía cuándo asomarme y que las cosas sucediesen si tenían que suceder, de modo sencillo y previsible (como la lluvia). Yo mismo blandía mi sonrisa y echaba la lengua, sin permitir que nadie me la echase a mí. Daba mi porción de mí en dosis insignificantes sin llevarme nada de nadie, sin provocar ni un temblor de tierra o sangre, ni un pequeño ataque al corazón. Me refugiaba en mi castillo, saludaba desde la ventana, huía a tierras lejanas, volvía para explicarlo todo y me volvía a mi refugio a ocultar mis banales planes de subsistencia.
Pero cómo aprieta el caos, con qué fuerza ha venido a sacarme su lengua de fuego, con qué fragor me alza con sus leyes como tornados que me transportan hasta el mismísimo ojo del ciclón, o del cosmos, o de la vida, o de donde sea que vivamos, que ya dudo absolutamente de todo... Y yo, desacostumbrado a protagonizar, sigo tratando de refugiarme, pero sólo encuentro pasmo como parapeto, y a decir verdad ocultarme en el pasmo sólo me hace parecer estúpido. Tan pasmado y tan estúpido que vean a donde he ido a parar, a este blog en ruinas que, como a gran parte de mis adentros, ya lo dábamos por cerrado por derribo.

1 Comments:

Blogger pasaxeira said...

En el caos tb hay lugar para la calma. El caos puede ser mágico. Ayer, cuando leí esto por primera vez se me vinieron un montón de cosas a la cabeza para comentar, y ahora...ahora, creo que alguien me contagió el no saber que decir. Que buena esa estupidez si es que te ha traido de nuevo por aquí, sabes que desde mi caos siempre me gustó leerte.
:)

Wednesday, 20 October, 2010  

Post a Comment

<< Home

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.