Buika
Este verano vi a Concha Buika en Lugo. Concierto al aire libre, poca gente en la plaza, y nada más llegar, golpe: sucede pocas veces, pero no se olvidan. Desarmado, dedo tocando mis entrañas, totalmente vulnerable. Concha cantaba Ay de mi primavera:
Sal de aquí por favor,
no me mires así,
ahora quiero estar sola.
Esta es mi voluntad,
ya no me harás dudar más
de mi persona.
Yo ya no sabía qué podía hacer. LLorar, tirarme al suelo, salir huyendo, suplicar que me cayera encima la catedral de Lugo. Siempre intento mantener la compostura, así que respiré hondo, contuve la lágrima de un ojo, sequé la del otro y me sostuve en pie en estado de pasmo y parálisis el resto del concierto. Su disco es fantástico, pero verla en vivo es demoledor. Después de cada canción escalofriante, sonríe timidísima, y yo no puedo atreverme ni a enamorarme, más bien a hacerme devoto.
Cuando le conté la experiencia a una amiga, ésta me dijo: "Eso es mejor que un orgasmo". Yo lo dudé dos segundos, pero le di la razón, aunque sólo sea por la poca frecuencia con que ocurre. Que un libro, una película o una canción me desarme, me haga llorar, no es muy frecuente, así que cuando pasa, hay que saber valorarlo y aprovecharlo. La falta de costumbre, y el hecho de sentirme tan vulnerable puede hacerme sentir incómodo, y mi cerebro, tan racional él, lucha contra esta conmoción. Pero ¿para qué habría de luchar? Ojalá me deshaga de las fuerzas que luchan por reprimir el llanto.
Sal de aquí por favor,
no me mires así,
ahora quiero estar sola.
Esta es mi voluntad,
ya no me harás dudar más
de mi persona.
Yo ya no sabía qué podía hacer. LLorar, tirarme al suelo, salir huyendo, suplicar que me cayera encima la catedral de Lugo. Siempre intento mantener la compostura, así que respiré hondo, contuve la lágrima de un ojo, sequé la del otro y me sostuve en pie en estado de pasmo y parálisis el resto del concierto. Su disco es fantástico, pero verla en vivo es demoledor. Después de cada canción escalofriante, sonríe timidísima, y yo no puedo atreverme ni a enamorarme, más bien a hacerme devoto.
Cuando le conté la experiencia a una amiga, ésta me dijo: "Eso es mejor que un orgasmo". Yo lo dudé dos segundos, pero le di la razón, aunque sólo sea por la poca frecuencia con que ocurre. Que un libro, una película o una canción me desarme, me haga llorar, no es muy frecuente, así que cuando pasa, hay que saber valorarlo y aprovecharlo. La falta de costumbre, y el hecho de sentirme tan vulnerable puede hacerme sentir incómodo, y mi cerebro, tan racional él, lucha contra esta conmoción. Pero ¿para qué habría de luchar? Ojalá me deshaga de las fuerzas que luchan por reprimir el llanto.
Labels: música
5 Comments:
Yo me pasé todo el concierto de The Cure en el Monte del Gozo allá por el "festival porróyropó" (Perez Varela dixit) llorando a moco tendido. A mi las canciones me ponen la piel de gallina más que cualquier cosa...
Yo me pasé todo el concierto de The Cure en el Monte del Gozo en el festival "porróyropó" (Pérez Varela dixit) llorando a moco tendido...las canciones me afectan más que las palabras...
"Lost", la primera canción de su último disco, es desde luego estremecedora, un escándalo. Canciones como "Lullaby" o "Close to me" siempre me provocaron escalofríos y sensaciones encontradas. La voz de Robert Smith es desgarradora y sensual. The Cure es un grupo al que quisiera ver otra vez. Los vi en Riazor en el 98, y aunque pareca mentira aún los estaba descubriendo...
...yo todavía no he visto a Travis... cuando vi a Manu Chao no pude evitar saltar...
Sé de que hablas... estaba allí.
Un beso
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