Oliverio Girondo
Desde hoy tengo que incluir de manera urgente a Oliverio Girondo entre mis escritores favoritos. ¿Cómo pude vivir sin conocerlo? Compré Veinte poemas para ser leídos en el tranvía junto con Calcomanías y otros poemas, lo devoré ayer de noche y esta mañana sigo abrumado. Ha sido uno de esos libros que tuve que leer de un tirón con los remordimientos de no dejar nada para el día siguiente. De hecho, leía cada página extasiado, casi entre lágrimas de risa y llanto, y decidía dejarlo para poder sentir lo mismo durante días y días, pero no podía resistirlo y a los cinco minutos volvía a leer otra página. Así hasta terminarlo.¡Cuánto ingenio! ¡Qué humor! ¡Qué cúmulo de palabras tan bien escogidas, tan bien enlazadas, tan bien inventadas! Sitúo el libro en la estantería de los imprescindibles, la que está más a mano, para poder releerlos cada vez que me haga falta inyectarme una dosis de talento.
Labels: palabras
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