Emboscada en el campo del corazón.
Mis dos mitades estaban fundidas y mezcladas en armonía de tal manera que no sabían la una de la existencia de la otra. Ni yo mismo tenía idea.
Sin embargo la parte A (a saber, saber) creció y ocupó el espacio de la parte B (a saber, corazón) hasta dejarla tan pequeña que apenas ya reconozco a nadie.
Ya sé demasiado. Ya estoy condenado a convertirme en mi saber. Y lo que yo sé, cualquiera puede saberlo. Pero mi corazón sólo lo tenía yo.
Labels: enfermedad, pepedanterías
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